Esta mañana nos hemos levantado todos en la nave con ilusión, llegábamos a Titus Ganmma Prime. Estábamos transportando a dos embajadoras, una andoriana y otra klingon, a una visita al planeta. Aprovechando la situación, se va a dar permiso a gran parte de la tripulación para que también lo conozca. En enfermería, también tenemos ganas de unos días de descanso.
Titus Ganmma Prime es un planeta de clase L muy inhóspito y muy apartado de las rutas espaciales. Sin embargo, su dureza ha suscitado durante infinidad de tiempo una extraña atracción a los artistas del cuadrante y más lejanos.
Su atmósfera casi irrespirable, mares de ácido y la carencia de vida, fue descubierto por casualidad cuando una nave vulcana se estrelló en su superficie hace muchos años. Los pocos supervivientes narraron como la interacción de los mares de ácido unido a la exótica atmósfera reaccionó con los materiales de su nave, produciendo colores y matices casi indescriptibles.
Contrariamente a lo que cabría esperar, aquella descripción suscitó el interés de un grupo de artistas que se animaron a crear una colonia. Aquella colonia evolucionó hasta una ciudad protegida por una cúpula, en la que artistas de la galaxia pasan temporadas buscando inspiración mientras experimentan analizando como diferentes materiales reaccionan entre sí.
Las embajadora son conocidas por el amor al arte y solicitaron a la Federación poder visitar el planeta. La flota nos indicó que las escoltáramos.
Y tras una tranquila travesía nos acercamos a nuestro destino.
Sin embargo, el capitán lleva horas inquieto, no consigue comunicar con el planeta.
Cuando llegamos, no recibimos comunicación alguna, tampoco detectamos nada sobre el planeta. Eso no es del todo inesperado, la composición del planeta afecta a los sensores y es difícil conseguir lecturas fiables. El traslado al planeta se realiza mediante teletransporte. No se considera seguro que las lanzaderas vuelen por su atmósfera. En la colonia se instaló un potenciador de señal de transporte, especialmente adaptado a las condiciones del planeta; esto hace seguro su utilización.
Ante la falta de noticias, el capitán es reacio a que las embajadoras bajen al planeta; pero ante su insistencia decide que la acompañen el primer oficial y yo, por si existe algún problema.
Al transportarnos al planeta descubrimos que no hay nadie. No encontramos señales de vida. La ciudad es de aspecto muy tecnológico y futurista, pero da al sensación de que lleva tiempo abandonada.
Informamos al capitán y nos indica que investiguemos a ver si descubrimos qué ha sucedido. Las embajadoras también quieren participar en la investigación. Creamos dos equipos, el primer oficial y la embajadora andoriana irán a ver si localizan algún registro sobre lo sucedido. La embajadora klingon y yo vamos a ver si encontramos información en el centro sanitario de la colonia.
Tras horas caminado, finalmente vemos un cuerpo moviéndose a lo lejos. Nos acercamos rápidamente y cuando la alcanzamos, descubrimos a una humana, pero con la cara desfigurada por algún tipo de ácido; no puede vernos, pero si puede escucharnos.
La superviviente se lleva una sorpresa inmensa cuando nos escucha. Se había resignada a morir sola allí. Mientras la analizo con mi tricorder médico, nos cuenta que lleva, lo que ella cree son meses, sola. Nos cuenta como un grupo de artistas estaba realizando experimentos en el exterior de la cúpula, pero tuvieron un problema y rompieron accidentalmente un trozo de cristal de la misma. El cristal es el único material que no reacciona con los materiales del planeta. El caso es que bastante ácido y gas se introdujo en la ciudad y mató a muchos de sus habitantes; muchos de ellos consumidos por el ácido. Ella se salvó porque logro meterse en un acuario del museo de la ciudad. Pasó horas allí, viendo como morían todas sus compañeras. Cuando creyó que estaba todo estabilizado, salió del acuario, exploró la ciudad sin encontrar a nadie vivo. Enterró los cadáveres de quienes se iba encontrando. Los sistemas automáticos de auto reparación de la colonia repararon la fuga. Sin embargo, cuando se acercó a ver cómo estaba la reparación. Resbaló en un charco de ácido y calló dentro de el, quedando ciega y desfigurada.
Desde entonces vaga por la ciudad, comiendo lo que va encontrando.
Informamos de todo al capitán y al otro grupo de exploración.
Abandonamos el planeta e informamos a la flota, evacuamos a la superviviente y trato de curarla en la enfermería. Sin embargo, sus lesiones son muy graves. La propongo construir un visor que sustituya la función de sus ojos, y ella acepta. Y con la ayuda del jefe de ingeniería le construimos uno.
La jefa de ciencias de la nave realiza una rápida misión para recabar toda la información que pueda sobre lo sucedido.
Y no mucho tiempo después ponemos rumbo a la base estelar mas cercana, para que las embajadoras puedan retomar sus actividades y la superviviente pueda recibir un tratamiento más completo.
La tripulación y las embajadoras, esta triste por no haber podido visitar el planeta. Pero ante lo sucedido no quieren arriesgare y lo comprenden.
Sin embargo, puede que en un futuro pude que vuelva a funcionar la colonia. La superviviente me ha reiterado varias veces, que cuando se recupere, tiene intención de volver a la colonia.
Las pasiones son a veces muy difíciles de controlar.
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