USS ANDALUCIA

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Misión Sorpresa

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Misión Sorpresa

by | Oct 10, 2024 | Blog, Fandom, General, Science, Star Trek | 0 comments

Cuaderno de bitácora del jefe médico de USS Andalucía

Han sido unos días ajetreados. La USS Andalucía, ha partido para realizar una misión en un sistema cercano a la Base Estelar en la que estamos atracados. Pero lo que se suponía iba a ser una misión tranquila y una prueba de sistemas de la nave, tras la reciente revisión completa, al final no lo fue tanto.

El primer día empezó intenso para el departamento médico. Mientras estábamos realizando una cirugía, me reclamó el capitán Pittarelli para que acudiese al puente rápidamente. Sin embargo, tuve que responderle que estábamos realizando una cirugía cardíaca a un tripulante. Que estábamos acabando, pero que aún tardaríamos una media hora en culminarla. El capitán lo comprendió y me dio permiso para que acudiese cuando acabase la operación. Por fortuna la cirugía fue bien y pudimos recomponer una válvula aórtica dañada de la tripulante sin contratiempos.

Cuando llegué al puente, pude ver como el primer oficial Segura y la jefa de operaciones Crocker estaban analizando unos gráficos junto con la jefa científica Lubomirska.

Me acerqué al capitán y este me informó que nos acercábamos al sistema Theta Centaury IV, y que nuestra misión consistía en proporcionar unos suministros a varias de las colonias que había radicadas en el planeta. Y el jefe de ingeniería García estaba organizando los sumisitos a la vez que estaba comprobando que todos los sistemas de la nave funcionaban correctamente.

Yo me quedé callado, pensando en que no entendía la urgencia de porqué tenía que acudir al puente para esto. El capitán pareció leer mi mente y entonces me explicó que según nos acercábamos al planeta se había captado una transmisión desde el mismo, pidiendo ayuda para atender un brote que estaban padeciendo en dos de las colonias.

Yo asentí y pedí poder analizar la transmisión para empezar a estudiar el tema.

En ese momento la jefa de operaciones Crocker se nos acercó y me informó que la transmisión se estaba repitiendo en bucle y parecía se estaba emitiendo desde hace una semana, al menos.

Yo me sorprendí y pregunté cómo la flota no había recibido la transmisión antes.

Entonces la jefa científica Lubomirska nos informó que hace algo más de una semana se había producido una supernova en una estrella cercana y que eso podía haber dañado los equipos de la colonia, al menos el transmisor de larga distancia. Y que solo hemos podido detectar la transmisión al acercarnos al planeta.

Pregunté si habían podido contactar con ellos, y me contestaron que no. Habían enviado varios mensajes, pero sin respuesta.

Eso me hizo pensar lo peor.

En ese momento el capitán Pittarelli me preguntó qué opinaba.

Respondí que debíamos obrar con precaución. Al no saber a lo que nos enfrentábamos, sugerí tomar una órbita baja sobre el plantea y realizar un escáner completo de la superficie, comprobando las colonias y especialmente las señales de vida.
Entonces el capitán ordenó a la piloto Schmidt que cuando llegásemos al planeta, lo orbitase en una órbita baja.

En poco tiempo llegamos y junto la jefa científica Lubomirska, nos pusimos a analizar los datos que los sensores captaban. Por fortuna, descubrimos que las poblaciones de los puestos coloniales no se habían reducido, si bien los que se encontraban en la costa, todos mostraban unas bioseñales extrañas y muy débiles.

Fui a la enfermería a analizarlas con más precisión y me pareció ver que estaban sufriendo alguna especie de infección o enfermedad, sin poder precisar más. Informé al capitán y le sugerí una misión de exploración. Pero que no bajaríamos con el transportador. Pedí adaptar una de las lanzaderas con equipamiento médico adicional, para poder analizar el entorno sobre la superficie del planeta y no subir nada peligroso a la nave.

El capitán aceptó y el jefe de ingeniería García y su equipo se pusieron a modificar una de las lanzaderas. En pocas horas completaron el trabajo y habían añadido un puesto de análisis completo, una biocama y un escáner avanzado, así como varios generadores de campos internos; para poder aislar zonas de la lanzadera según fuese necesario.

Partimos en la lanzadera la piloto Schmidt, la jefa de ciencia Lubomirska, el primer oficial García y Yo.

La piloto no lo tubo fácil, pese a ser un planeta de clase M, la atmósfera estaba muy revuelta y tuvimos un descenso algo movido. Nos dirigimos al enclave en el cual detectábamos más bioseñales extrañas.

Cuando aterrizamos, nadie se acercó a recibirnos. Indiqué que quienes saliésemos de la lanzadera deberíamos llevar los trajes aislantes, muy parecidos a los de EVA, para aislarnos del entorno. Salimos el primer oficial, la jefa científica y yo; mientras la piloto monitorizaba nuestra actividad. Tricorder en mano, íbamos escaneando todo lo que nos encontrábamos. Recibíamos lecturas extrañas, el aire estaba contaminado con alguna especie de virus. Cuando entramos en la enfermería del enclave, el personal médico se sorprendió, pero se alegró de vernos. Sin embargo, estaban agotados, casi no podían moverse. Las camas del centro médico estaban abarrotadas de pacientes, casi toda la población estaba allí confinada.

Mientras mis compañeros seguían analizando el entorno, buscando más supervivientes y hablando con los habitantes, una mezcla de humanos, vulcanos, tellaritas, y otras especies; yo me junté con el médico del puesto y este me contó lo que sabía.

Hace poco más de dos semanas uno de los barcos que salía a pescar regularmente, volvió con toda su tripulación enferma. Contaron que mientras navegaban, una especie de manada de mosquitos, o un insecto parecido a estos, había envuelto el barco y les había picado repetidamente. Al poco de los picotazos, y tras conseguir alejarse de la bolsa de insectos, empezaron a encontrarse mal y decidieron volver a puerto.

Al llegar, el resto de la población no tardó en empezar mostrar síntomas de agotamiento extremo. Me pasó las investigaciones y datos que tenía y me fui a la lanzadera a analizarlo todo.

Cuando llegué a la lanzadera, mientras mis compañeros seguían explorando el lugar, informé al capitán y me puse a analizar la investigación del doctor y las muestras. Descubrí que la enfermedad era un virus microscópico que se transmite por el aire y que afecta al hígado, por ello el cansancio extremo que sufren los pacientes. Parece que el virus va consumiendo poco a poco el hígado. Por fortuna, mis análisis localizaron en nuestra base de datos la combinación de medicamentos que eliminaban al virus y permitían recuperar el hígado. Comencé a producir la medicina en el replicador de la lanzadera y solicité a mi equipo de enfermería que comenzase a producir más.

Volvía al centro médico de la colonia y comencé a suministrar la cura, y con alegría descubrí que en pocas horas los pacientes comenzaban a recuperarse.

Sin embargo, en el aire permanecía el virus era muy resistente y parecía que no había de acabar con el. Pedí al jefe de ingeniería García que crease un equipo de filtrado de aire, que eliminase el virus en suspensión. Así como algún equipo portátil de esterilización de superficies. Y así limpiar totalmente las colonias y sus alrededores.

Mientras, la jefa científica Lubomirska y el primer oficial García me trajeron varios especímenes de los insectos sospechábamos eran los culpables de transmitir la enfermedad. Los analicé y las sospechas se confirmaron.

Los analicé y encontré la forma de volver al virus inerte dentro de los insectos, sin llegar a matarlos.

Le sugerí al capitán que escanease el planeta para buscar el origen de los insectos. Este ordenó a la jefa de operaciones Crocker que lo hiciera.

Al cabo de unas horas teníamos la cura que funcionaba, y la empezábamos a mandar al resto de los asentamientos mediante el teletransporte. El equipo del jefe de ingeniería construyó un equipo de filtrado de aire para cada colonia, así como varios equipos portátiles para limpiar las superficies.

Los colonos se pusieron a limpiar su entorno en cuanto se recuperaron de la enfermedad.

Al día siguiente la jefa de operaciones me mostró el resultado del escaneo exhaustivo del planeta. Mostraba como en los océanos del planeta se habían acumulados toneladas y toneladas de desperdicios, generados por las colonias. Estos residuos se habían agrupado y creado islas de basura flotante. En esas islas, diversos organismos habían encontrado la forma de sobrevivir; entre ellos los insectos, que habían creado ese virus para luchar contra el resto de organismos que vivían en las islas de basura.

El ingeniero jefe y yo creamos un equipo con los tripulantes ENS Coristo, LTJG Munro, ENG Nägele, LCDR Pittarelli, CDT4 Pittarelli, CDT Pittarelli, LTG Reunes, CPO Signoretti, LCDR Stutz and MID Zachariasse; con la compañía de Sherlock para recorrer todas las colonias. En los siguientes días fuimos por cada colonia para explicar la nueva enfermedad, administrar la cura, repartir los suministros, reparar el equipo estropeado por la supernova y repartir los equipos de desinfección y purificado de aire contra la enfermedad. Sin olvidar de tratar de concienciar a las y los colonos sobre una mejor gestión de los residuos. Gracias a la lanzadera modificada por el equipo de ingeniería, pudimos tratar a los casos más graves de la enfermedad; incluso pudimos recuperar algunos hígados en pacientes de diferentes especies y no falleció nadie durante nuestra estancia en el planeta.

Los informes que se enviaron desde la USS Andalucía fueron agradecidos por el departamento de ciencias y médico de la flota; ya que les permitió actualizar lo relativo a enfermedades infecciosas y lo relativo a la gestión de residuos.

El capitán se puso en contacto con el administrador principal del planeta, y aunque inicialmente se mostraba reticente, finalmente reconoció que hacía tiempo habían dejado de utilizar los equipos de reciclaje y habían decidido tirar todos sus desechos al mar, que desaparecían allí.

El capitán, y el resto de nosotros nos indignamos. Les explicamos que la enfermedad que les había asolado era culpa de su desidia y de no tratar los residuos correctamente.

La jefa científica comentó que parecía justicia poética, el planeta se había vengado de sus colonos y que casi acaba con ellos.

El capitán informó a la flota y la Federación. Y tras completar la distribución de los suministros y la cura de la enfermedad, pusimos rumbo de vuelta a la Base Estelar.

El ingeniero jefe estaba contento, ya que había podido probar todos los sistemas de la nave y ver como trabajaba su equipo; y todo había ido bien. El resto de la tripulación nos dispusimos a descansar unos días.

Al poco tiempo, el capitán informó que la Federación iba a enviar una misión para ver qué se había hecho en la colonia del sistema Theta Centaury IV y tomar las medidas necesarias para recuperar el ecosistema.

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