Han sido unos días intensos. Volvíamos en una lanzadera hacia al USS-Andalucía, de una misión en un cinturón de asteroides, habíamos ido en respuesta a una señal de socorro, pero no logramos localizar su origen. Llegamos a pensar que podía ser algún tipo de treta de algunos piratas o algo similar. Tras largas horas de búsqueda sin resultados, retomamos el rumbo de regreso a la nave desde lo más profundo del campo de asteroides.

Mientras regresamos, volvimos a detectar la señal de socorro y esta vez si logramos localizar su origen exacto. La localizamos sobre la superficie de un asteroide especialmente grande. Cuando nos aproximamos no logramos distinguir más que restos dispersos de alguna nave, pero sin señales de vida.

Con sumo cuidado, logramos posarnos en el asteroide y realizamos una inspección sobre el terreno con nuestros trajes espaciales. Recorrimos la zona y encontramos la baliza, pero a ningún superviviente.

Cuando estábamos analizando la baliza, esta emitió una potente señal que desactivo todos los aparatos de nuestros trajes y nuestra lanzadera. Yo me quedé aturdido unos segundos y el resto de los componentes del equipo quedaron inconscientes.

A duras penas, sumido en la absoluta oscuridad y sin saber cuanto oxígeno me quedaba ni el estado de mi traje, logré arrastrar a todos los componentes dentro de nuestra lanzadera.

Justo cunado logré cerrar la compuerta exterior, vi que aparecían unos seres. Entonces bloqueé físicamente la puerta con unas barras y con ello evité que pudiesen acceder dentro.

Mientras estos visitantes aporreaban la puerta incesantemente durante horas, logré activar la unidad auxiliar de energía y restablecer el soporte vital en el interior de la lanzadera. Entonces pude quitarme el casco y el de mis compañeros y les realicé una evaluación de su estado de forma primitiva, sin tricorder ni ningún aparato. Milagrosamente todos respiraban, aunque parecían sumidos en una especie de coma, desconozco como yo no me vi afectado. Puede ser por mi costumbre, algunos compañeros lo definen como manía, de ponerme un gorro debajo del traje espacial, es un gorro que me regaló mi madre al alistarme en la flota y que entre sus materiales de fabricación tiene unos finísimos filamentos de metal , y supongo sirvieron para disipar algo la fuerza de la onda de choque y no me viese tan afectado.

Tras comprobar que seguían vivos, intenté reanimarlos, pero infructuosamente. Entonces recordé que antiguamente era habitual utilizar algún tipo de olor fuerte desagradable sirve para despertar personas inconscientes. Busqué entre el equipamiento de la lanzadera y al abrir un panel, un fuerte olor me hizo apartarme sin poder respirar. El replicador de comida había fallado y el contenedor de materia a partir del que crea los alimentos se había dañado. No tenía claro si esto serviría, pero como no tenia otra cosa con que probar, lo intenté.

Afortunadamente, funcionó y el resto de equipo reacciono y se despertaron, entre juramentos y molestos por el olor, que ya inundaba toda la lanzadera, les explique lo sucedido.

En el exterior, nuestros visitante seguían intentando acceder al interior, intentaban romper las puertas y ventanas, pero no lo lograban, cuando vieron que el resto de componentes se movían, se afanaron mas en sus esfuerzos por acceder al interior de la lanzadera.

Laboriosamente, entre todos logramos restaurar los equipos esenciales para poder volar y finalmente logramos encender los motores de la lanzadera.

Despegamos con varios de los visitantes aún encaramados a distintos lugares del exterior de la lanzadera. Si bien, cuando vieron que empezamos a separarnos de la superficie, saltaron hacia el asteroide.

Nos alejamos todo lo rápido que pudimos, pero con cuidado ya que los escudos apenas tenían fuerza. Detectamos que nos apuntaron con algún tipo de arma, pero entre tanto asteroide no lograron fijar el objetivo.

Cuando finalmente salimos del campo de asteroides y nos acercamos a la USS-Andalucía, logramos comunicarnos y sentimos su alivio al vernos.

Ya seguros, el equipo de ingeniería está analizando la baliza que recogimos en el asteroide, para ver como funciona. También están reparando la lanzadera, y tiene para rato ya que hay muchos daños, aparte de un olor nauseabundo que no logran eliminar.

He puesto a todo el equipo bajo observación, incluido yo mismo Y estoy haciendo todo tipo de pruebas, gracias a la medicina moderna, para asegurarme que no hay ningún tipo de secuela y estamos recuperados totalmente.

Las misiones en la flota son siempre una ventura.